behind the mastermind

¿qué puedo decir que no haya dicho antes? mis palabras suenan tan recurrentes en las últimas semanas que siento que las he prostituido con el uso. las desgasté, les quité el valor. reitero, las prostituí. solamente puedes decir lo mismo tantas veces antes de que la verdad detrás pierda sentido.

me detengo hoy por segunda vez aquí. cada vez con menos ganas de escribir. cada vez con más dudas y menos respuestas.

hoy me dijeron muchas cosas que me hicieron pensar dos y hasta tres veces. alguien más me confundió con tomás, sí, ese de la insoportable levedad... supongo que mi nebuloso interés en la carne me impide ver más allá. pero es que siempre he considerado el sexo importante, y la ausencia de éste, siempre lo he visto como una evidencia explícita de que algo está muriendo.

recordé aquellos "hit & runs" de antaño, aquellos donde prefieres correr antes de detenerte a analizar el daño. tantas veces sucedió. la necesidad de esconderme, y que nadie me viera curar mis heridas siempre me resultó más atractiva que quedarme a enfrentar lo inevitable. hoy no lo he hecho, hubo un conato de... pero preferí quedarme a cerrar el círculo. no más nudos en esta vida. ¿habré vivido lo sifuciente ya?

la idea de no moverme me marea. ella nunca me detendrá. ella no me ve cómo antes y eso duele. duele porque sus motivos conflictúan con los míos. y es en momentos como éste cuando cuestiono mi toma de desiciones. ¿hice lo correcto en abandonar méxico siguiendo un ideal hasta neolaredo? ¿o lo solté todo tan fácil sin realmente considerar consecuencias? de nuevo, en aquella ocasión, el sexo tomó la decisión por mí. yo solamente lo seguí.

pero esas alternativas me divierten estos días. sobre todo por la forma en que he sido puesto en segundo plano. me divierte pensar que quizá, en la vida de alguien más puedo ser mejor valorado.

después de 5 años de tiempo invertido, uno espera al menos recoger un fruto de todo lo sembrado. no siempre sucede. después, puedes despertar y encontrarte solo en una ciudad desconocida y abandonado. descubrir que duermes junto a alguien que no conoces es incómodo a no ser que haya sexo incluido.

supongo que nunca me puse a pensar las cosas con tanta calma. los años pasan, cumplo 29 años, en lo que ha sido el peor cumpleaños de mi historia. platicaba con alec aquella noche del velorio. ya no estamos jóvenes. ya nos acercamos al final. ¿no es hora de que comencemos a pensar cómo adultos? la idea de volverme sedentario nunca me asustó. siempre me he considerado una persona de casa, y total, ¿para qué necesito salir cuando todo lo que me hace feliz está adentro? pero esto depende de dos, y ahí se complica la ecuación. porque dos cabezas piensan mejor que una, y cada una es un universo diferente.

la frase que se quedó conmigo fue "el mundo es raro, no tú, grábate bien eso hasta que pase la tormenta (e incluso después)".

muy cierto. cuando las puertas se cierran y las luces se apagan, cuando el silencio me rodea y se encarga de darle fondo al momento perfecto de soledad, extraño el olor fresco del ayer y el pasado se hace presente otra vez, es sólo entonces que la estabilidad del presente duele como duelen las cicatrices con el frío, con un dolor omnipresente, pero apenas perceptible en las viejas heridas, y nada más.

y sobres las muertes, el consuelo está en el descanso. todo sucedió para bien. la verdad no preferiría tenerla, de manera egoísta, con tal de no dejar de verla sin importarme que tan mal pudiera ponerse con el tiempo. la vida y las relaciones se parecen en eso. deben acabar en el momento justo, no cuando empiezan a dar lástima. a veces, es preferible el adios, a terminar solo en compañía.

de todas formas, te queda un bonche de recuerdos de una persona especial y esos nadie, sino tú, puede hacerlos desaparecer. y cuando te recuerdan que la magia de la vida es la oportunidad que nos ofrece de tocar las de otros y trascender desde ahí, no tanto echar raíces como dejar huella y hacer que valga la pena que alguien dedique 5 minutos de su vida a pensar en ti, sabes que aún así no estarás solo. a menos de que tú lo desees.

no estoy dispuesto a perder más. hay demasiadas cosas en juego.